martes, 30 de abril de 2013

Imagen icónica

Esta pintura de René Magritte resulta inquietante. El texto escrito que encabeza la obra dice: “Esto no es una manzana”. Se muestra  una manzana, tiene “apariencia” de manzana, pero para ser el objeto real falta la “presencia” de otras propiedades perceptivas: el volumen, el perfume, la textura y el gusto que le son propios a una manzana. Se trata, entonces, de la IMAGEN de una manzana.
Este planteo visual nos permite pensar el concepto de la palabra imagen. En clases quedó definida de la siguiente manera:
Imagen: deriva del latín “imago”, representación mental/material sobre un objeto real, un pensamiento o sentimiento captado a través de los sentidos. “Imago”, del término “imitare”, deviene de la capa de cera con que se cubría el rostro de los muertos para obtener una representación de la apariencia de una persona que se ausentaba por la muerte. Ejemplos de la creación de imagos.
En comunicación visual la imagen es reconocida específicamente como ICONO. En clases, el término icono quedó definido de la siguiente manera:
Icono: deriva del griego “eikon”, representación visual de la apariencia de un objeto real “Eikon” significa “imagen” y deviene de la representación de los dioses para hacerlos presentes en la vida cotidiana de los griegos.
Teniendo en cuenta estas definiciones llegamos a definir el objeto de estudio de la comunicación visual:
IMAGEN ICÓNICA: representación de la apariencia visual de un objeto real.
  • “Re-presentación” entendida como volver (prefijo re-) a hacer presente un objeto que está ausente.
  • “A-pariencia” entendida como aquello que parece pero no lo es (prefijo a-).
Cito a continuación una reflexión hecha en clases y que ayuda a delimitar la frontera entre los dos términos involucrados: "todo icono es una imagen, pero no toda imagen es un icono" (Fernando Lerner, estudiante de Comunicación Social, Instituto Santísima Trinidad, San Rafael, Mendoza, abril 2011)
Esta cita nos permite distinguir claramente la entidad visual de los iconos y la amplitud que adquiere la imagen respecto a la representación mental producida por cualquiera de nuestros sentidos.
Entonces, toda imagen es una construcción mental, se trata de un proceso de abstracción sensorial (visual, sonora, gustativa, táctil, olfativa, kinestésica o cenestésica) que lleva a una “representación” de las cosas a ideas o conceptos. Cuando un objeto de la realidad es captado por los sentidos, se transforma inmediatamente en un “objeto sensible”. De todos los estímulos que presenta la realidad, nosotros elegimos formarnos una “imagen” o “representación” de la misma prestando “atención” sólo a unos pocos de ellos. Este primer contacto con el “objeto real” a partir de su “apariencia” (objeto sensible) se conoce como sensomotricidad y el resultado de accionar es la IMAGEN SENSORIAL. Mientras que el objeto real observado se trata de una IMAGEN MATERIAL.


Un caso curioso de sensomotricidad para entender cómo determina la "atención" a este proceso cognitivo.

Sin un proceso de abstracción mental de ese instante sensomotriz, el sentido de la realidad sería regido por el caos. Un primer orden lo realiza la percepción, otorgando a la realidad formas simbólicas. Definida por Raymond Colle (1998) como "el proceso mental estructurado por el cual un objeto viene a representar o significar otro objeto". En esta definición es muy importante el término “significar”, dado que el sentido que  se le da a los objetos sensibles depende de la significatividad psicológica y cultural que las personas otorgan a lo que sus sentidos captan. Se trata de la interpretación más subjetiva de la realidad, basada en la experiencia personal. La acción de percibir genera lo que conocemos como IMAGEN MENTAL.


Entonces, de los dos procesos cognitivos visuales básicos (la sensomotricidad y la percepción) obtenemos una clasificación de las imágenes, a saber: material, sensorial y mental.

La interpretación más “objetiva” de la realidad se produce en un tercer instante en el que actúa la interpretación. Aquí, el sentido está determinado por un sistema simbólico o paradigma teórico específico. Se trata de dar a la realidad un orden totalmente convencional, basado en acuerdos sociales y expresados en códigos culturalmente establecidos. Es el caso del análisis iconográfico que realiza José Saramago sobre un grabado atribuido a Durero. Análisis que podemos leer en "Durero y Saramago: Arquitectura de una crucifixión".

Para finalizar y a modo de síntesis. Ejemplifiquemos cada uno de los procesos cognitivos que desplegamos frente a una imagen icónica con otra pintura de Magritte.
La sensomotricidad se produce en el instante en que captamos óptimamente la pintura, la percepción asocia ese estímulo sensorial a lo que por experiencia reconocemos como una pipa. Inmediatamente leemos “Esto no es una pipa”, es aquí donde la interpretación comienza a buscar esquemas o códigos aprendidos con anterioridad para que se logre dar sentido a la relación establecida entre la representación visual y el texto escrito. Es entonces que comprendemos el concepto de imagen: se trata de la “apariencia de una pipa, no la pipa como objeto real”. Interpretación que se enriquece si nos informamos que el título de esta obra es “La traición de las imágenes”. ¿Por qué una imagen nos traiciona? Las respuestas posibles amplían enormemente nuestra capacidad de reflexión sobre el tema.


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1 comentario:

Eduardo Rosero Pantoja dijo...

Me parece muy convincente el comentario aclarativo del dibujo: "Esta no es una pipa", sino la apariencia de una pipa. En el libro de "Lingüística general" atribuido a Ferdinand de Saussure, los editores (sus alumnos) dibujan un caballo (equus), con la indicación errónea de que ese es el significado. Asunto que no es cierto, mejor, es erróneo, porque el significado es un concepto psicológico o lógico que bien se puede representar con una definición lexicográfica. Ese caballo dibujado es una imagen de un caballo real, que otros especialists llaman "referente". Interesante la diferencia que hacen ustedes entre imagen mental e imagen real. Muchas gracias por su artículo. Eduardo Rosero Pantoja (Colombia), filólogo de profesión.